Esto fue lo que nuestros ojos observaron durante una parada en un mirador cerca de Pisac (o Pisaq). Ahi se observa el Rio Vilcanota (o Urubamba) al cual observaríamos en toda su fuerza en Machu Picchu pueblo.
El Valle Sagrado se encuentra en el corazón de lo que fue el Imperio Inca. Ahí se encuentran numerosos asentamientos los cuales aprovecharon la riqueza natural de la zona así como su geografía y clima altamente favorables para la agricultura.
La visita al Valle Sagrado es casi obligatoria cuando uno está en el Perú. Es ahí donde los viajeros pueden darse cuenta de la grandeza de la cultura quechua pasada y actual y maravillarse con los impresionantes paisajes en donde se mezclan perfectamente la naturaleza y la arquitectura.
El Valle Sagrado se encuentra a una hora de Cusco y TODAS las agencias de viajes ofrecen diariamente un tour por las principales ciudades de la región. Su precio, según lo que pude averiguar, oscila entre 20-30 dólares por persona y no incluye los boletos de entrada al sitio ni la comida. Como ya había explicado, nosotros decidimos hacer un tour privado, el cual no nos costó considerablemente más que un tour grupal. Deseábamos la libertad de poder estar cuanto tiempo queríamos en los lugares y poder elegir qué visitar. Mi sugerencia a todo aquel que visita el Valle Sagrado en un tour grupal es preguntar ala agencia cuánto tiempo se le dedica a cada lugar y decidir si este tiempo es suficiente según sus preferencias. Escuchamos historias de tours que no visitan el asombroso sitio arqueológico de Pisac por favorecer la visita a su mercado (obviamente porque los tours reciben comisión por cada compra de su grupo).
En la entrada de Pisac, adquirimos un Boleto Turistico de Cusco, el cual incluye la entrada a los principales sitios arqueológicos y museos de la región. Fue una muy buena inversión pues en dos días visitaríamos nueve sitios arqueológicos incluidos en el Boleto. El Boleto es válido para 10 días por lo que imagino que es aún mejor inversión para los visitantes que tienen más tiempo en Perú.
El parque arqueológico de Pisac esta dominado por grandes terrazas de distintas formas y tamaños. Estas terrazas, denominados andenes, son fácilmente distinguibles desde el camino principal que va a Pisac pueblo y representan la forma en la que los antiguos pobladores mejoraron la agricultura en los terrenos difíciles. Los andenes permitían aprovechar mejor el agua y evitar la erosión de las laderas y servían para la siembra del maíz y otros cultivos. Los pobladores actuales siguen utilizando esta técnica como lo pudimos atestiguar en muchas de las haciendas que pasamos en la carretera.
Al llegar al sitio vimos como los grupos de turistas se dirigían al grupo arquitectónico llamado Intiwatana por lo que decidimos ir por donde nadie iba. Caminamos pequeños caminos con barrancos a un lado, una escalera que ofrecía vistas maravillosas, y un pequeño túnel en donde no caben personas con sobrepeso hasta que finalmente llegamos a un grupo arquitectónico ubicado en la cima de la montaña (KallaQasa). Desde ahí se podía ver lo mucho que habíamos recorrido desde la entrada y tomé un largo suspiro al pensar que tendría que hacer todo lo mismo de vuelta.
Era hora de bajar a la ciudad de Pisac y visitar brevemente su mercado. Ahí pudimos encontrar algunos recuerdos para la abuela Clos e instrumentos musicales para el pequeño Copo de Nieve. El mercado es bastante grande y ahí se pueden adquirir un sinfín de artesanías de madera, piedra, tejidos de alpaca, camisetas y los típicos souvenirs que encantan a los turistas: magnetos, llaveros, libretas, billeteras y demás. También se puede comprar joyería en plata y los precios me parecieron más económicos que en Cusco incluso antes del regateo.
Partimos alrededor de la 1:30pm hacia Urubamba, ciudad en la que únicamente nos paramos a comer. Redi nos sugirió un restaurante con comida buffet por 45 soles y nos pareció un precio muy decente para la variedad de alimentos. Un grupo de música peruana amenizó el almuerzo y pudimos refrescarnos y cargarnos de energía para la segunda mitad del paseo.
Continuará…
**Gina