Dejamos Ollantaytambo, ubicado a una altitud de 2792 metros sobre el nivel del mar y subimos por las montañas hasta llegar al pintoresco pueblo de Chinchero a 3782 m.s.n.m. Ha sido el poblado más alto que hemos visitado hasta el día de hoy y afortunadamente no experimentamos ningún tipo de malestar provocado por la altura.
La carretera que va desde Olly (como le llaman de cariño a Ollantaytambo) a Chinchero (al cual esperamos que no lo abrevien como Chin), tiene unas vistas espectaculares de las montañas y en especial de un pico llamado Salkantay. Esa tarde Salkantay estaba tímidamente cubierto por unas cuantas nubes pero esto no mermó su imponente belleza.
Llegamos a Chinchero alrededor de las 5:00pm cuando nadie se encontraba ahí. NADIE. Chinchero era solo nuestro. Caminamos por sus empinadas calles hasta llegar a la entrada del sitio arqueológico en cuya cima, al igual que Koricancha en Cusco, fue construida una iglesia. La entrada a ella también está incluida en el Boleto Turístico y fue una delicia para nuestros ojos. Su techo y paredes están bellamente decoradas con pinturas y por esta razón no estaban permitidas las fotos en su interior (incluso sin flash).
Chinchero significa “ciudad de los arcoíris” pues se creía que era el lugar mítico en donde nacían. Es por ello que fue un lugar predilecto para la realeza inca a quienes seguramente les gustaba la belleza que rodeaba este lugar. En el sitio se pueden apreciar los perfectos muros de las edificaciones antiguas así como las omnipresentes terrazas de cultivo.
Chinchero marcaba el final de nuestro recorrido por el Valle Sagrado. Había sido un día maravilloso lleno de nuevas enseñanzas, de aquellos que tanto me gusta recordar. Mis tripas empezaron a rugir y por sugerencia de Redi comí un muy económico choclo con queso, el cual calmó mi hambre hasta Cusco. El choclo es un maíz típico del Perú de grandes proporciones. Su sabor me pareció bastante parecido al maíz de Yucatán pero sus granos eran evidentemente mucho mayores y apetitosos. Me imaginé como le gustaría a mis paisanos yucatecos probar un choclo pero con chile y crema, al estilo esquite.
Llegamos a Cusco alrededor de las 6:30pm listos para la cena, unos cuantos pisco sours y un buen descanso. Finalmente los merecíamos ¿no?.
**Gina